Luego de haber dejado el rugby y haber tenido la posibilidad de desempeñarse como Entrenador en Old Boys, Santiago Vilaseca volvió a las canchas y hoy disfruta de su nueva etapa como jugador.

Santiago Vilaseca volvió a ‘calzarse los cortos’. El tercera línea que había dejado de jugar al rugby en 2016 y que había iniciado su carrera como Entrenador en 2019 tomó la decisión de retornar a los campos de juego.

‘Chalo’ es uno de los rugbistas más representativos de la última década azulgrana. Campeón Uruguayo en la histórica gesta del 2010, Campeón Uruguayo en el inolvidable equipo del 2013 y Capitán de Los Teros en la Copa del Mundo de Inglaterra 2015. Estando plenamente vigente tomó la decisión de alejarse de las canchas, pero su amor por el juego lo empujaron nuevamente a retomar la actividad.

“Yo después de que terminé de jugar el último partido de la temporada 2016 sentí que había cumplido un ciclo, que estaba bastante cansado, desgastado. Dejé de jugar e incluso dejé mucho de lado al club, fui a muy pocos partidos, hasta que en 2019 me llamó el ‘Tormenta’ (Francisco De Posadas) y me invitó a sumarme al Staff. Ahí me volvieron las ganas, me ilusioné con dirigir, dar una mano desde ese lado, y arranqué el proceso de técnico. Pero a medida que fue pasando el 2020 le fui agarrando el gustito a las prácticas, a tirar algún pase, ayudar en el line, llegué a entrenar alguna vez casi a la par de los jugadores y hasta entré 20 minutos en un partido de la Pre B. Ahí ya quedé como enganchado, terminé el año y me volvieron esas ganas internamente de jugar. Quería ver si me daba o no me daba, porque muchas veces uno quiere lo que no tiene, pero cuando lo tiene ya no lo quiere más. Necesitaba saber si era un capricho de jugar un partido, sacarme las ganas y nada más, o si realmente quería estar. Por eso en diciembre y enero tomé la decisión de hacer una pretemporada, prepararme bien y me decidí. Le avisé al ‘Tormenta’ y al ‘Oveja’ Core que había sido mi dupla como Entrenador y ahí empecé”, contó Santiago sobre su decisión de retirarse y volver.

Sobre su experiencia de haber sido Entrenador, Vilaseca dijo que “al principio fue raro porque nunca había sido Técnico, ni siquiera de una M15 o una M17. Si bien era parte de un Staff y en la práctica podía corregir a cualquier jugador, yo era Entrenador de la M21 y lo bueno de eso es que era un grupo chico, que lo fui conociendo a lo largo del año. La verdad es que lo disfruté muchísimo, me encantaba ir a las prácticas y a los partidos. Se armó un muy lindo grupo más allá de que la competencia fue bastante intermitente”.

‘Chalo’ se refirió a lo que sintió en su vuelta a las canchas, y confesó que “yo siempre odié las pretemporadas, pero esta la disfruté muchísimo, iba encantado a práctica. No la pasé mal, no quedé destruido y realmente era un disfrute, volver a estar enfocado, compenetrado, fue espectacular. Me sentía a la altura y nunca sentí que hacía 4 años que había dejado de jugar.

Después empezaron a llegar los primeros golpes y el primer amistoso con Carrasco Polo, en el que no voy a decir que estaba nervioso, pero sí que había una incertidumbre y cierta ansiedad. Lo disfruté, jugué los 80 minutos y me sentí bien. Y finalmente llegó el debut en el Campeonato contra Seminario, donde me tocó jugar nuevamente en Primera, era un partido especial y realmente fue tremendo. Lástima que la pandemia me cortó las piernas”.

Su retorno no pasó desapercibido. Santiago Vilaseca, hoy nuevamente jugador, contó sobre el diálogo que tuvo con el Staff de Old Boys en el que le comunicó que iba a interrumpir su carrera de Entrenador para regresar a los campos de juego: “Lo hablé con el ‘Tormenta’ y me dio para adelante. Me dijo que si estaba para jugar que le diera para adelante, que lo aprovechara pero que lo pensara bien, porque muchas veces uno llega con la expectativa de estar en Primera y capaz que el nivel no es el esperado y terminaba jugando en la Pre, me pidió que lo analizara, que viera toda la foto, pero yo lo tomé con naturalidad porque estoy para sumar en el lugar desde el que me toque, en cualquiera de los equipos. Lo que yo quería era hacer la pretemporada y estar seguro de que eso era lo que quería, porque no podía tomar la decisión de dejar de dirigir y si a mitad de año me canso, pedir para volver a ser entrenador. Tomé la decisión para asumir la responsabilidad y hacerlo bien”.

Su paso como Coach de Old Boys le dejó algunas enseñanzas que hoy intenta, desde su lugar, aplicar como jugador. No son conceptos que no conociera desde antes, pero sí afirmó que hoy los ve con otra importancia que quizás antes no le daba: “Tratás de hacer en cancha cosas que vos como entrenador pedías, o no hacer cosas que vos pedías que no hicieran, pero lo que más aprendí es en el tema del manejo del grupo. Cuando sos Entrenador vos lidias con el hecho de armar el plantel, cuando ponés gente en el banco, cuando quedan algunos afuera. Tratás de dejarlos a todos involucrados y contentos, pero no es una tarea fácil. Hoy me toca estar del otro lado y vivo junto a los chicos que se mueren por estar, que quieren jugar, que encuentran una injusticia cuando no juegan. Lo empezás a ver de otra manera”.