Allá por mediados de abril, tuvimos que ponernos en contacto con el “Chueco” para coordinar lo que sería la entrevista que a continuación van a leer. Fue entonces, cuando le envié un mensaje de voz para coordinar, qué me respondió con otro mensaje de voz, un poco inesperado. ¿Qué decía el audio? En tono sarcástico el “Chueco” decía “ah bueno, pones el día y el horario también, yo dejo de trabajar en otro lado para ir con ustedes, no seas malo”, a lo que me quedé sorprendido y sin saber que contestar, fue cuando me llamó él y me dijo que estaba bromeando, que no había problema y que cuente con él para la nota. Una breve anécdota que lo define al “Chueco”, un personaje.

José Batlle Perdomo, alias “Chueco” es un ex jugador de fútbol profesional de una enorme trayectoria y con un gran palmarés, por otro lado, también ejerce como director técnico y actualmente se encuentra dirigiendo la Sub 18 y Sub 20 de Old Boys. A continuación, todo lo que nos contó el “Chueco” para OB&G Magazine.

El año 1987 fue un año brillante para vos en lo personal, conseguiste la Copa América con la selección y luego la quinta Copa Libertadores con Peñarol; ¿Qué significaron para vos estos dos títulos?

Era joven, tenía 21 años, no llegué a asimilar en el momento lo que significaron esos títulos, capaz que con más experiencia los disfrutas más. Fue un año espectacular futbolísticamente y me va a marcar toda mi vida.

Tuviste la oportunidad de enfrentarte a Diego Armando Maradona, ¿fue el mejor jugador contra el que jugaste?  Contanos como viviste esa experiencia.

La verdad que era un ídolo y lo va a seguir siendo, pero enfrentarlo es otra cosa. Me acuerdo del partido contra Argentina, yo jugaba de cinco, de volante interno por la derecha con Matosas y por izquierda Bengochea. Un día antes del partido, le propuse a Matosas de hacerle una marca escalonada a Diego. Cómo anécdota, en una jugada sale Matosas a marcarlo, le hace una jopeada, luego salgo yo y me elude a mí también; terminamos los dos en el piso. Era un diablo y un fenómeno.

Jugaste en las mejores ligas de Europa durante unos años, ¿Dónde disfrutaste mas tanto adentro, como afuera de la cancha?

Disfruté mucho en el futbol italiano donde jugué contra futbolistas como Van Basten, Gullit, Rijkaard, Matthaus, Gareca y Diego Maradona. También, tuve la posibilidad de jugar en el Betis, en la Liga española y en el Coventry City, en la Premier League de Inglaterra; pero en realidad donde me sentí mejor fue en el futbol argentino, en Gimnasia y Esgrima de la Plata, lo disfruté más.

¿Qué te llevo a retirarte como profesional?

Tuve muchas lesiones en la rodilla, por mi físico, al ser chueco, me costaba mucho la parte de hacer ejercicios que perjudicaran mi rodilla, también me sacaron mis 4 meniscos, los dos de cada pierna y tuve una lesión de ligamentos cruzados. Ya había empezado a hacer el curso de entrenador cuando estaba en Cerro, así que me retiré muy joven a los 32 años y me dediqué a entrenar.

¿Tenías pensado continuar como director técnico?

Si, ya me había preparado haciendo el curso de entrenador. Un día como cualquier otro, recibí un llamado de Villa Española para asumir como entrenador de primera. Me insistieron tanto que acepté, ese año salimos campeones de la B en el año 1996. Así comencé mi carrera como entrenador.

Tuviste la posibilidad de dirigir a Federico Valverde en las inferiores de Peñarol; ¿se le veía un futuro desde chico?

Sí, desde chico se lo notaba superior a los demás. Él físicamente era un súper dotado, en las evaluaciones físicas de Peñarol, salía siempre primero, tanto en fuerza, como en salto, como en el Yo Yo Test. Nosotros no le enseñamos a patear, metía unos pases entre líneas increíbles, era diferente.

  • “Un día antes del partido, le propuse a Matosas de hacerle una marca escalonada a Diego. Cómo anécdota, en una jugada sale Matosas a marcarlo, le hace una jopeada, luego salgo yo y me elude a mí también; terminamos los dos en el piso. Era un diablo y un fenómeno.”

¿Cómo llegaste a Old Boys?

Me acuerdo del Pitu, un jugador del club, que se comunica con Diego Morena, que trabajaba conmigo en las inferiores de Peñarol y me dice que lo habían llamado de Old Boys y necesitaban a un técnico, entonces Diego les recomendó mi nombre. Me informé sobre el club y sobre la Liga Universitaria, me dijeron que era un gran club con un muy lindo ambiente. A principios de 2019 tuve una charla con Tatan Mera, en la cual hablamos sobre el proyecto y desde ese momento comencé a trabajar en el club en las categorías Sub 18 y Sub 20, este será mi tercer año.

¿Qué cambios notaste en los jugadores desde que llegaste al club?

En la sub 20, le dimos personalidad y compromiso al jugador, sea si entrenamos dos o tres veces por semana hay que estar. Lo que le puedo dar yo es experiencia en la parte técnica, táctica, psicológica y física. Ha sido un trabajo difícil, pero me encantó. El segundo año aumentamos mucho el compromiso, la sub 18 peleó los primeros lugares y la sub 20 se consolidó. Este año cinco jugadores subieron al primer equipo y es algo que está muy bueno. Hoy estamos trabajando más bien en la parte física y se nota mucho el compromiso, utilizamos una aplicación para controlar el entrenamiento del plantel.

¿En qué se diferencia el “Chueco” jugador al “Chueco” entrenador?

El Chueco jugador era leal, pero no era mucho de las prácticas. Siempre fui titular y notaba que algún técnico se comprometía con los titulares y no con los suplentes. Me enojaba mucho porque los suplentes nos podían salvar, necesitábamos de ellos y no les daban bola. Hoy en día trato de no cometer esos errores y de transmitir toda mi experiencia. Para los que no participan, busco motivarlos para que sientan que pueden llegar a jugar de titular. Sigo enojándome cuando se meten con mis compañeros, cuando era jugador si me tenía que pelear me peleaba, yo trato de transmitir una unión entre los compañeros.

Le damos las gracias a “Chueco” por las increíbles anécdotas, el tiempo dedicado para la entrevista y la buena onda, y sí Chueco, somos malos y no te dejamos trabajar tranquilo.